lunes, 6 de julio de 2015

Beatriz Talegón se da de baja del PSOE

La exdirigente de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas abandona el partido por sus diferencias respecto a Grecia.

Talegón, miembro del Comité Federal del PSOE, tomó la decisión definitivamente después de que la dirección de Pedro Sánchez no apoyara el 'no' en el referéndum

Tras varios meses amenazando con hacerlo, Beatriz Talegón se va del PSOE. La exdirigente de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas (IUSY) ha tomado la decisión definitiva por sus discrepancias con la dirección de Pedro Sánchez sobre la situación de Grecia. Talegón, que es miembro del Comité Federal, era partidaria de que los socialistas apoyaran el 'no' defendido por el Gobierno de Alexis Tsipras.

"Que la dirección del PSOE no haya apoyado el 'NO' debería suponerles la dimisión inmediata. Ni socialistas, ni demócratas, ni europeístas", defendió la militante de Izquierda Socialista en Twitter. Poco después comunicó la decisión de abandonar el partido.

sábado, 4 de julio de 2015

Discurso de Alexis Tsipras en la concentración a favor del “No” en el referéndum griego

Ciudadanos de Atenas, pueblo griego, hoy no estamos protestando, estamos de celebración. Hoy la democracia está de celebración, la democracia es alegría, la democracia es salvación, la democracia es una salida. Y hoy estamos celebrando la victoria de la democracia. No importa lo que nos traiga el lunes, ya hemos vencido. Grecia ha mandado un mensaje de dignidad, de orgullo. 

Nadie, nadie puede ignorar esta pasión, nadie puede ignorar esta ansia de vida, de esperanza, esta ansia de optimismo. Hoy estamos celebrando nuestra voluntad de tomar nuestros destinos y ponerlos en nuestras manos y de dar voz al pueblo griego, dar la oportunidad de hablar al pueblo griego. Hoy estamos celebrando y cantando para superar el miedo, para superar el chantaje. Europa, la Europa que conocemos, la Europa cuyos principios fundacionales no tienen nada que ver con el chantaje y los ultimátums. Y hoy, a esta hora, los ojos de toda Europa os miran a vosotros, al pueblo griego, a los 3 millones de pobres, a los millón y medio de desempleados.

Hoy, hoy el planeta entero está contemplando la Plaza Syntagma, así como grandes y pequeñas plazas de nuestro país. Están contemplando el lugar donde la democracia nació, y es en este lugar donde le daremos una oportunidad a la democracia de volver, de retornar a Europa, porque queremos que Europa vuelva a sus principios fundacionales, a los principios que ha desechado durante tantos años a fin de implementar programas de austeridad, obligando a los pueblos a tomar decisiones contra su voluntad. Ciudadanos de Atenas, pueblo griego, el domingo todos nosotros unidos mandaremos un mensaje de democracia y dignidad a Europa y a todo el mundo, estamos mandando de nuevo un mensaje de esperanza a los pueblos, porque el domingo no estaremos solamente decidiendo acerca de España y Europa, estaremos decidiendo el vivir en Europa con dignidad, el trabajar y progresar en Europa, el ser iguales entre iguales en Europa.

(Cantos de “Oxi! Oxi!” de público).

Y creedme, nadie tiene el derecho de amenazar con que separarán a Grecia de su lugar geográfico natural, nadie tiene el derecho a amenazar con que dividirán Europa. Grecia, nuestro hogar, Grecia era, ha sido y seguirá siendo la cuna de la civilización europea, y fue en esta tierra donde según la mitología, Zeus tomó a Europa. Y es precisamente en este lugar en el que los tecnócratas de la austeridad quieren raptar a Europa de nuevo. Así que les diremos que no, les diremos que no el domingo. No permitiremos a Europa estar en las manos de todos aquellos que quieren arrancarla de su tradición democrática, de sus principios originales, de sus principios de democracia, solidaridad y respeto mutuo. Ciudadanos de Atenas, hombres y mujeres de todas las edades, os habéis reunido aquí llenando la Plaza Syntagma, inundando las calles de Atenas y de otras grandes ciudades, desafiando el crescendo de intentos de asustaros y de terrorismo de los últimos días. Ciudadanos de Atenas, pueblo griego, el pueblo griego ha mostrado durante su historia que saben cómo responder a los ultimátums. En ciertas ocasiones se puede responder a los ultimátums. Las páginas más bellas de la historia de este lugar, y las más gloriosas páginas de la historia de nuestro pueblo fueron páginas de virtud y coraje y por tanto os llamo a escribir momentos históricos, momentos de libertad de nuevo, os llamo a decir no a los ultimátums, un gran y orgulloso no, a dar la espalda a aquellas personas que os aterrorizan diariamente.

Y el lunes, el lunes, al margen del que sea el resultado del proceso democrático, del veredicto popular el veredicto de este proceso que algunos temían y querían evitar, al margen del resultado el lunes, deberíamos dar un no definitivo a la división nacional. No importa lo que decidamos el domingo, el lunes los hombres y mujeres griegos no tienen nada que los divida, juntos lucharemos unidos para construir una Grecia que será mucho mejor que la Grecia que había sido destruida durante cinco años.

Familia, os conmino a que no escuchéis los cantos de sirena que os pretenden asustar, a decidir con vuestros corazones y mentes, a decidir con calma, a decidir por una Grecia que será orgullosa en una Europa democrática, por un pueblo, un pequeño pueblo que ha estado luchando sin espadas ni balas, pero un pequeño pueblo que ha estado luchando con el arma más poderosa del mundo en sus manos: la justicia. Tenemos razón, la justicia está de nuestro lado. Tenemos razón, nadie puede ocultar esto, nadie puede ocultar que estamos en lo correcto. Ciudadanos de Atenas, pueblo griego, la libertad exige coraje y virtud. Vosotros, nosotros, todos nosotros tenemos tanto virtud como coraje y somos libes, respiramos el aire de la libertad, sin importar lo que ocurra, somos los vencedores, seremos los vencedores. Grecia ha ganado, la democracia ha vencido, los chantajes y las amenazas han sido derrotados. Me despido, permaneced fuertes. Estoy orgulloso. Con orgullo y dignidad, escribiremos la historia, nuestro pueblo progresará, avanzará, Grecia y la Europa de la democracia de la solidaridad. Adiós.

¿Por qué lo llaman socialismo cuando quieren decir tururú? – Paco Bello

Partamos de la definición aceptada.

Socialismo. Doctrina política y económica que propugna la propiedad y la administración de los medios de producción por parte de las clases trabajadoras con el fin de lograr una organización de la sociedad en la cual exista una igualdad política, social y económica de todas las personas.

Vayamos más allá, e incluyamos su derivado ‘demócrata’.

Socialdemocracia. Disidencia del marxismo, consistente sobre todo en rechazar la orientación revolucionaria de la lucha de clases, y en propugnar una vía democrática hacia el socialismo.

Una vez exhumado su significado desde el fondo de los olvidados diccionarios, ¿quién en su sano juicio seguiría llamando ‘socialista’ o ‘socialdemócrata’ a cualquiera de los personajes a los que hoy se insiste en validar como antagonistas por medio de la terminología política?

Hay que tener muchas ganas de comulgar con ruedas de molino (o memoria de pez) para tragarse el trampantojo ideológico actual. El caso es que parece que sí existe esa predisposición general, y que la aceptación (capitulación) es casi absoluta.

Los que ya empezamos a peinar canas, o los que ya han dejado de peinarlas, recordamos, como si fuera ayer si hacemos un esfuerzo, cómo era la España de principios de los ochenta. Y al margen de las diferentes particularidades de un país en el que de repente ya no legislaba la iglesia y en el que las opiniones dejaron de ser pecados, y los pecados dejaron de ser delitos (nuevo marco que dio vida a las diferentes ‘movidas’, de lo punk a lo pijiprogre y de lo cultureta a lo casposo), y más allá del genocidio de la heroína, uno recuerda un país que empezaba a querer ser otra cosa. No estábamos en la OTAN, no formábamos parte de la UE (CEE), no existía el euro, los sectores estratégicos eran de titularidad pública (incluso había un sector de banca pública más tarde fusionado como Argentaria para regalárselo a la familia Ybarra et al), los del PSOE tenían un discurso que para sí lo quisieran los radicales actuales, y la derecha era un poco más de derechas (digamos que tan clasista como ahora pero más patriota, y tan nacional-católica como Fernández Díaz) y algo menos neoliberal. La mujer empezó a incorporarse con fuerza al mundo del trabajo (pero el hombre no dejó de estar, y nadie sabe por qué, con tanta mecanización, hacían falta el doble de trabajadores en lugar de la mitad), no existía el IVA, había impuesto al lujo, contrato fijo, protección social, y una Magistratura de Trabajo que con solo mentarla ponía los pelos de punta al empresario más chulo del lugar. Y nos quejábamos, claro que sí, porque creíamos con todo fundamento y convicción, sin duda mucho más que ahora, que aquello era un desastre y que todo podía ser infinitamente mejor (hasta que se acabó con aquella juventud combativa y con sus redivivos abuelos).

No era solo en España, que seguía siendo el patito feo. El ‘Estado del bienestar’ y el de las libertades civiles se había desarrollado mucho a la sombra de la ‘amenaza’ soviética en toda Europa. Ahora parece que ese mundo nunca existió, y que por inescrutables razones para la plebe (eso se infiere que solo está al alcance de las privilegiadas mentes de los tertulianos reaccionarios y de los Rajoy & Co.), sin haber cambiado nada, ha cambiado todo, tanto, como para que parezca un desafío inaceptable que se convoque a referéndum en un país europeo si sus habitantes deben o no aceptar la austeridad (miseria) por decreto externo. No digamos ya lo que le parecería a algunos plantearse salir de la moneda única (como si el 90% de los países del mundo no fueran soberanos en esta materia).

Nos han tomado el pelo a fuego lento, y lo han hecho tan bien, que ya somos más conservadores que nuestros amos (sí, amos). Solo hay que ver cómo se convierte en la bicha (ETA) a los que hacen propuestas que ayer serían consideradas, siendo generosos, propias del conservadurismo democristiano: que paguen un poco más los que más tienen; que el que no tiene nada esté mínimamente protegido; que no se siga privatizando sanidad y educación; que mañana se puedan seguir cobrando pensiones y que no se sigan recortando derechos sociales y laborales. Unos radicales de tomo y lomo. El día que alguien proponga debatir salir de la OTAN y del Euro reinstauran la pena de muerte, y lo ejecutan sin juicio previo si pone además en cuestión la monarquía.

¿Dónde están los socialistas? A mí que me lo digan, que les votaré. Pero mientras tanto seguiré acordándome de la familia de aquel que me tome por gilipollas colocándole tan digno adjetivo a los bufones del capital.

“El socialista Pedro Sánchez”… hay que joderse.

Rajoy y Montoro a lo Tip y Coll