viernes, 18 de agosto de 2017

Después de la tormenta no siempre llega la calma - Pere L. Mataró


Ayer Barcelona sufrió la sin razón del hombre, y después de los momentos de tensión vividos, desde la presunta calma, e intentando reflexionar sobre todo lo ocurrido, me decepciono una vez más de las reacciones barbarás de las que son capaces algunos mal llamados personas.

Que haya personas que ante el sufrimiento de su semejante, se dediquen a grabar con su móvil en vez de socorrer a quien lo necesita, como poco me confunde de la poca moral que pueda llegar a tener este tipo de reporteros frustrados. Que haya gente que divulgue por las redes acontecimientos ficticios que distorsionen seriamente la realidad, llegando a incrementar los momentos de tensión, me molesta, y digo solo que me molesta, porque desgraciadamente, quien nos gobierna es a lo que nos tiene acostumbrados. 

Que unos malnacidos se mofen de la desgracia ajena, e insulten a los catalanes y a esta, mi tierra, me llena de pena, al comprobar una vez más la cantidad de tarados y tarugos que nos rodean. 

Pero lo más lamentable de todo, es ver las reacciones xenófobas contra muchos inocentes que no tienen culpa de que unos cuantos a través de su "guerra santa", siembren el terror por su mala interpretación de la religión. Y lo lamento profundamente por que por desgracia aquí, en nuestro país tuvimos la santa inquisición y las cruzadas, que nos dejó una vergonzosa  historia para los restos, al igual que con el fascismo de nuestra dictadura y nuestra guerra civil.

Antes del atentado de Barcelona, ha habido otras víctimas del Estado Islámico, en todo el mundo, unas con más relevancia que otras, a pesar de tener la misma condición de humanos, la divulgación depente de quien tiene el control de los medios, para dar más o menos relevancia a unos hechos iguales o similares, según interese, porque lamentablemente los acontecimientos se aprovechan y se usan para obtener otros fines.

Mosul, Damasco, Beirut, Bagdad, Paris, Niza, Nigeria, Londres, Estocolmo, Berlín, sufrió la sin razón del hombre, antes que nosotros, y nosotros , lamentablemente, no seremos los últimos. La barbarie seguirá hasta que los que la han creado, motivado y alimentado decidan terminar con ella, cosa difícil, por los intereses que se esconden detrás de este terrorismo islámico que tanto beneficia a los poderosos sin escrúpulos.
No olvidemos a los exiliados que huyen de su país por el terror de la guerra y de sus victimas que caen en el camino en el intento de vivir en paz, victimas también del terrorismo de la humanidad.

Repudiar al mundo árabe, echándoles la culpa de unos descerebrados, no es justo, tened en cuenta que la gran mayoría de las víctimas del Estado Islámico se han producido en el mundo árabe. La intolerancia es mala consejera y fomenta el odio gratuito entre la incultura, Es lógico que nos indignemos y empaticemos con el sufrimiento del prójimo, pero no cometamos el error de caer en el odio generalizado a los árabes o al Islam, porque perderemos la perspectiva de la realidad.

Dicen que tras la tormenta viene la calma, pero viendo los acontecimientos tras el atentado sufrido en Barcelona, al igual que los acontecimientos posteriores a cualquier atentado de los que he conocido, he de decir convencido, que no siempre es así… Difícilmente llegará la calma después de esta tormenta provocada una vez más por el hombre y su injustificado egoísmo.

Lamentablemente siempre sufren los más débiles la locura de la humanidad, los de abajo, los que son blanco fácil, y en especial lamento que siempre, entre las víctimas, hayan niños. Un niño muerto es la más injusta de las víctimas, sea del color que sea, sea de aquí o del punto más remoto de este mundo de locura en el que nos ha tocado vivir.

Las buenas personas seguirán existiendo, pero las malas hacen más ruido y se hacen de notar más. Seamos sensatos, decide a qué clase de personas perteneces, teniendo en cuenta que no todo es blanco o negro, que no solo están los buenos o los malos, también existen los que miran para otro lado, que son los que están a un paso de ser también del grupo de las malas personas, porque han olvidado el respeto y la solidaridad, condiciones que no se deberían de perder en nuestra raza humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario