
¿De dónde va a salir la ampliación del capital del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) y su endeudamiento?, ¿se va a recuperar este dinero?, ¿acaso no constituye una ayuda a todas las entidades financieras haber implantado un tipo reducido en el IVA a la vivienda? Su finalidad no es abaratar el precio de las casas – no se ha reducido la carga fiscal para las de segunda mano –, sino facilitar que las entidades financieras vendan las que tienen en stock. ¿Y no constituye una ayuda pública, y de enorme envergadura, el régimen fiscal del que disfrutan las entidades que han invertido en el extranjero, hasta el punto de que muchas de ellas apenas contribuyen por el Impuesto de Sociedades? Todo lo que afecta a estas empresas es un asunto público. Ciertos sueldos son impúdicos, tanto si reciben, como si no, sus empresas ayudas directas. No hay mercado ni ley económica que pueda justificarlos. Una sociedad que los permite es una sociedad enferma. Se dirá que al ser compañías privadas, el Gobierno no puede limitarlos. Sí que puede, sólo necesita, por ejemplo, establecer en estos escalones de renta del IRPF un tipo marginal tan alto como sea preciso.
Juan Francisco Martín Seco – Consejo Científico de ATTAC España. Artículo publicado en Público.
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