jueves, 12 de febrero de 2015

Este país rebosa mierda por doquier, y lo triste es que el españolito ya se ha acostumbrado a su hedor.


La llamada casta política nos ha llevado a la ruina, destruyendo todo lo conseguido durante muchos años de lucha por parte del proletariado. Lo ha hecho rápido y delante de nuestras narices, y lo peor de todo que lo ha hecho llenándose los bolsillos con los españolitos de a pie, y con total impunidad.

Nos han robado, nos han desahuciado y nos condenan a morir como perros por no facilitarnos la medicación necesaria para seguir viviendo, sin olvidar que nos han privado del acceso a la educación de nuestros hijos para generar una nueva generación de ignorantes y mano de obra barata, tan barata que han convertido los salarios en salarios propios de esclavitud, mientras se han llevado el dinero de los jubilados y pequeños ahorradores a Suiza con total facilidad y sin haber encontrado impedimento alguno.

El futuro de nuestros hijos es oscuro gracias a estos hijos de la gran puta, que han accedido a la política para ganar dinero a manos llenas, con la complicidad de los poderes públicos, que han sido moldeados a conveniencia de estos caciques sin escrúpulos.

A horas de hoy, no puedo creer en el sistema, un sistema con justicia a la carta para los corruptos y expoliadores herederos del poder fascista del régimen de Franco, que condena de forma sistemática al más débil, una justicia de marionetas de la odiosa casta que nos ha convertido en un país bananero, donde se permiten toda clase de injusticias, algunas tan bárbaras que dan absolutamente asco.

Temporeros trabajando en negro, por que no les queda otro remedio, por 10 € la jornada de sol a sol, mientras tanto, la gente postrada delante del televisor, como autómatas devorando tele basura sin capacidad alguna de reacción, tragando cuentos igual que los borregos y haciendo de personajillos sus ídolos de barro con caches de 60.000 o 50.000 euros semanales. 

Arto estoy de tanto entendido opinando de política sin tener ni pajolera idea, unos defendiendo lo indefendible como “socialistas”, los acérrimos incondicionales, los estómagos calientes con brazos de madera, aplaudiendo la disolución de la federación madrileña por parte del nuevo saltimbanqui del partido, una marioneta en manos de los Barones apoltronados en sus sillones desde donde siguen mandando, mientras nadie alza una voz para que ya que está puesto, actúe de forma igual con Andalucía, la Región del gran escándalo de los Eres, donde está implicado Dios y su madre.

Otros, los salvadores de la patria, los seguidores del PP, aplauden las barbaridades y los despropósitos del equipo de gobierno, justificando lo injustificable, y exaltándose ante las palabras de su líder, cuando dice que ESTAMOS SALIENDO DE LA CRISIS, dando la espalda a la cruda realidad, una realidad del 26 % de paro, con más de seis millones de españoles sin trabajo, donde muchos de estos desempleados están ya en la exclusión social y laboral, en una España que sigue siendo más negra que nunca, donde siete de cada diez españoles no llega a final de mes (según se desprende en el informe europeo EAPN: el 67% de la población no llega a fin de mes. Los gilipollas, porque no me sale otro calificativo más suave, que les votaron poniéndolos en la atalaya de poder donde están mangando lo que no está escrito, porque, según ellos, les iban a dar trabajo cuando ganaran las elecciones.


Sin olvidarme de la casta catalana, que ha jugado con el corazón y la ilusión de su pueblo para levantar una cortina de humo que ocultara los recortes en todos los sectores públicos, mientras transformaba de la mano de sus socios y amigos lo público en privado, mientras que ondeaba la senyera del independentismo, y supuestamente consentía que el ex President y su familia disfrutaran del botín amasado durante tantos años de engaños, manipulaciones y mangoneo, o lo que es lo mismo, mientras miraba para otro lado, tratando de justificar así desconocimiento de lo que pasaba a su alrededor.

El ciudadano es siempre el que paga la corrupción. La población apenas percibe el perjuicio directo del enriquecimiento de los cargos públicos - Los grandes escándalos devastan la imagen de toda la clase política, pero sólo afectan al voto a largo plazo, hasta que ocurre lo que inevitablemente ha de ocurrir, aparece una alternativa de gobierno, a la cual le doy el beneficio de la duda, creyendo en su honestidad, ya que aun tienen de demostrar de lo que son capaces( los otros ya lo han hecho).
¿Es imposible que Podemos sea peor que lo que hay ahora? 
No voy a contestar, es obvio. 
Cuando más se acosa a Podemos, más me aproximo a ellos, como cada vez más gente que empieza a salir de su abducción, porque creo que es la única solución que nos puede dar la esperanza de recuperar la dignidad como país, y si mañana me demuestran que me he equivocado, actuare en consecuencia.


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