lunes, 11 de noviembre de 2013

UNO DE LOS DOS PSOE HA DE HELARTE EL CORAZÓN - Jesus G. Del Burgo

Dedicado a los militantes que no se conforman, a los que siguen indignados.

“Tenemos que estar con los movimientos sociales pero con orgullo” Dirigía en su soflama Alfredo Pérez Rubalcaba a los asistentes a la Conferencia Política del PSOE.

Unas pocas precisiones compañero Alfredo.

En los movimientos sociales, las plataformas y las mareas están participando muchos militantes de base desde el minuto cero. Participan y seguirán participando porque son adultos, piensan por sí mismos y consideran que tienen un deber con la sociedad, la labor que como militantes socialistas se han marcado sin necesidad de que nadie se lo indique, con una diferencia, lo hacen con humildad y por responsabilidad.

Compañero Alfredo, desconozco a qué orgullo te refieres, si al orgullo de iniciar la primera reforma laboral, al orgullo de bajar el sueldo a los funcionarios, al orgullo de modificar la constitución, al orgullo de apoyar durante años políticas neoliberales, al orgullo de permitir y participar en la desregularización de los mercados, al orgullo de no frenar la burbuja inmobiliaria, al orgullo de no haber plantado cara en mayo de 2010, al orgullo de seguir diciendo que todo esto lo hicimos bien (escúchese a Elena Valenciano en su discurso), al orgullo de una Conferencia Política que prometía lo que habíamos perdido por no saber o no querer bloquearlo cuando gobernamos.

Compañero Alfredo, no recuerdo haberte visto en ninguna manifestación de movimientos sociales, mareas o plataformas, ni siquiera el 1 de mayo. Creo recordar que incluso en una de ellas prohibisteis ir con los enseñas del PSOE, pero sí, dando libertad a los militantes, solo faltaría.

Yo sí he visto a las JJSS ser perseguidas en una manifestación, a los compañeros Fernando López Aguilar y Beatriz Talegón también les han increpado en alguna manifestación. Eso sí a los miembros de tu/nuestra CEF no los recuerdo en ninguna.

Pero los militantes están haciendo algo más, van a las reuniones de los movimientos sociales, las mareas, las plataformas, van como socialistas, pero van y hablan y participan como uno más, no con orgullo, no como abanderados, sencillamente porque ni quieren, ni pueden hacerlo; porque entre los ciudadanos somos uno más.

No se puede sacar el orgullo de lo que como socialistas era y es nuestra obligación hacer, y aún nos quedamos cortos, y aún olvidamos algunos principios que deberíamos haber conservado siempre en nuestra memoria.

Los militantes también nos sentimos responsables, porque en su momento y con plena fidelidad al partido defendimos algo en lo que no creíamos, y ese es nuestro pecado.

Estos son los otros militantes, los que no han participado en la conferencia política, los que esperaban que se escuchara su voz, la voz de los ciudadanos, todas las voces, la de los desamparados, la de los de sin futuro, la de los hambrientos, la de los pobres, la de los desahuciados, la de los resignados, la de los engañados, la de los sin voz. Algunas han intentado hablar, pero habéis sabido siempre acallar su mensaje eficientemente.

Compañero Alfredo, te recomiendo algo que le escuché al compañero Gregorio Peces Barba en unas jornadas; relee si tienes tiempo “El sentido Humanista del Socialismo”, recordarás muchos de los principios de los que ahora alardeamos pero que con el tiempo hemos olvidado; donde hemos dejado la libertad, la justicia social y la solidaridad como referentes del Socialismo democrático, y en estos momentos tan críticos por los que pasan los ciudadanos sobre todo la solidaridad con los que más nos necesitan; la solidaridad entendida como general y universal, manifestación práctica de una humanidad común, de un sentimiento de identificación con las víctimas de la injusticia que las más importantes tradiciones humanistas acertadamente recomiendan y subrayan. La actual interdependencia mundial, sin precedentes en la historia, realza aún más el valor de la solidaridad, que se ha convertido en un imperativo para que la especie humana sobreviva.

A algunos militantes no les hacen falta soflamas, lo mismo que a los ciudadanos y a los 6 millones de parados.

Los militantes que se conformen en el pecado llevarán la penitencia.

Madrid, 11 de noviembre de 2013.

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