Se trataba de una manifestación contra la pobreza energética, y solo por eso ya quedaba meridianamente claro lo poco que pintaba en ella el PSOE de las puertas giratorias entre política y consejos de administración de eléctricas y gasísticas. Pero por si no había suficiente, estos profesionales de la provocación han decidido colocarse en la cabecera, y no solo eso, sino que, por si mera presencia no fuera ya un insulto a la gente que lleva luchando (contra el PP y contra ellos) tanto tiempo por esta causa, son además los únicos que lo han hecho enarbolando ‘banderitas’ propagandísticas.
A casi nadie se le escapa que Carmona es un indeseable y un impostor. Pero con lo de hoy se ha superado, y va a haber que empezar a pensar un nuevo término para describir la bajeza de su comportamiento.
Viéndolo me hierve la sangre, así que vaya por delante mi admiración por el aplomo de Rafa Mayoral, porque aunque me considero una persona muy pacífica, no tengo claro si yo mismo hubiera sido tan sensato y comedido como él.
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