lunes, 20 de abril de 2020

Mercadona sube de forma insolidaria y sin pudor los precios de productos alimenticios

¿Quién está controlando los precios que están poniendo los supermercados en los productos básicos? Mientras los agricultores están cobrando la misma miseria que provocó su pequeña rebelión antes de que se iniciara la pandemia del Covid19, en determinados supermercados se están incrementando los precios. Así ocurre en Mercadona, por ejemplo, donde productos que son básicos están sufriendo un incremento en el entorno del 5% al 10%, según han denunciado a este medio diferentes compradores habituales de estos establecimientos.

Mientras en España hay más de 4 millones de trabajadores afectados por un ERTE, mientras en el mes de marzo se destruyeron más de 830.000 puestos de trabajo, mientras muchos millones de ciudadanos y ciudadanas han visto reducido al 50% su salario, ya de por sí precario, por reducciones de jornada, los supermercados suben los precios de los productos básicos, es decir, los más consumidos.

Mercadona, como otros muchos, no es más que un reflejo del capitalismo deshumanizado que quiere salir vencedor de esta crisis, como lo hicieron en 2012 con la complicidad del gobierno de Rajoy. Lo humano hubiera sido que, en medio de esta situación, los precios se mantuvieran o, en el caso de los productos básicos, adaptarlos a los salarios que están cobrando los millones de trabajadores y trabajadoras afectadas por los ERTE. Pero no, Mercadona los sube.

La subida de los precios de Mercadona, además, está provocando situaciones que rozan la xenofobia. En Diario16 hemos tenido conocimiento, a través de fuentes presenciales en distintos establecimientos de diferentes puntos de España, de varios casos. Por ejemplo, en un importante y conocido pueblo en la provincia de Sevilla, una inmigrante de un país de la Unión Europea acudió a Mercadona a hacer sus compras y llevaba en su lista un encargo para un tercero. Al ver la subida del precio, intentó ponerse en contacto con esta persona y, al no serle posible comunicarse con ella, intentó hacer una foto de la estantería para enviarla por WhatsApp y que le dijera si compraba o no el producto en cuestión. Sin embargo, algo tan habitual y que sí se permite a los clientes españoles, a esta inmigrante se le impidió porque le quitaron el teléfono y la obligaron a que borrara la foto.

Esto no debería sorprender en una cadena de supermercados en la que hemos visto denuncias de sus trabajadores porque, por ejemplo, cogerse una baja está totalmente prohibido y que, en algunos casos, han ido a trabajar hasta con fracturas. Algunos ex empleados han llegado a denominar a los supermercados de Juan Roig como «Sectadona».

Por Manuel Domínguez Moreno- 20/04/2020 DIARIO16

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