No soy ningún erudito en materia de pandemias ni tengo la
más remota idea de cómo abordarlas, ni hago caso a las teorías de la
conspiración, porque si no, acabaría loco. Ni tampoco critico quien está al
frente de darle una solución a esta catástrofe que nos ha pillado por sorpresa,
menuda papeleta tiene este gobierno, quizás el gobierno más a la izquierda que
hemos conocido en este país aún bajo la sombra del yugo y las flechas de una
dictadura muy presente.
Tengo claro quien se está lucrando con la desgracia de la mayoría,
que son los de siempre, y quienes son las alimañas que usan el todo vale para
sacar un redito político, y no me importa a estas alturas, quien es el culpable
de esta mierda de virus que nos tiene confinados con miedo a que nos pille el
toro.
Pero mi preocupación se centra en lo que estoy viendo y en
lo que pienso que nos depara el futuro inminente.
¿Cuantos días de confinamiento hacen falta para burlar al
covid-19 y que salgamos nuevamente a recuperar nuestras vidas?, ¿un mes, dos,
tres, quizás 6?.
Creo que no nos quieren decir la verdad, que, para mí, es
que tarde o temprano todos seremos víctimas de este dichoso virus, ya que da
igual cuanto tiempo dure el confinamiento, ya que cuando se termine el mismo, y
todo vuelva a la “normalidad” seguirá existiendo el peligro de contagio porque
el virus no estará erradicado y volverá a haber un nuevo brote.
Nos tocará tomar precauciones, pero aun así resultará
imposible estar libre de contagio, será como jugar a la ruleta rusa, y esto
durará hasta que tengamos una vacuna que nos inmunice de este virus, aunque los
entendidos ya dicen que tras este vendrá otro más virulento.
Demasiados juegan a ser dioses en sus laboratorios
financiados por un poder sin escrúpulos, que tienen como finalidad decidir
cuantos han de vivir o dejar de hacerlo en este planeta azul mientras se
enriquecen cada vez más, a base de llenarse las manos de sangre.
Y mientras tanto las marionetas del poder verdadero, jugarán
a ser ilusionistas de la política y seguirán usando el puedo prometer y prometo
mientras nos culpan de haber vivido por encima de nuestras posibilidades, y
pasarnos una vez más, la cuenta de los platos rotos, que los habrá, y más en
este país cuyo tejido productivo ha sido arrasado durante tantos y tantos años haciéndonos
pasar de ser un país medianamente auto suficiente, a un país tercermundista que
depende del turismo y la construcción para poder subsistir aunque sea a base de
créditos.
Ya dicen que la crisis será peor que cuando la guerra civil, nos están
preparando para que cuando llegue la gran ostia, no nos quejemos más de lo
necesario, menudo panorama de mierda que nos están pintando, eso sí, los
privilegios de los políticos no se tocan, todo lo contrario, su trabajo sucio
cada vez estará mejor pagado, ya que ellos son los que establecen sus
honorarios, cosa que hacen siempre de forma unánime, y siempre habrá gilipollas
ignorantes que seguirán agitando banderas y entonando las consignas de sus
titiriteros políticos.
Esto pinta muy mal y solo hay una solución, y pasa por una
revolución para terminar con lo establecido, para terminar de una vez por todas
con un sistema capitalista fracasado y que ha llevado al planeta a la situación
en la que se encuentra, y como en toda revolución, habrá sangre, y habrá ganadores
y vencidos, y el resultado ha de ser un gran cambio, sino seguiremos estando
perdidos y con un triste final cada vez más cercano.
Espero equivocarme en lo que pienso y si no, que todos los
que ahora salen al balcón a aplaudir estén en el bando que por lógica les
corresponde.
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